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¿Por qué no deberías regalar la primera visita a tu clínica dental?

¿Has pensado regalar la primera visita para captar más pacientes?

Regalar la primera visita ¿Deberíamos? ¿Cómo es el valor percibido si así fuera?

En el mundo de las clínicas dentales, la primera visita suele considerarse una herramienta de captación de pacientes.

Sin embargo, regalar la primera consulta no siempre es la estrategia más efectiva ni ética para un odontólogo.

Vamos a analizar por qué y, sobre todo, cómo podemos revalorizarla para convertirla en una oportunidad real de fidelización.

Costes ocultos: Una consulta dental está lejos de ser gratuita.

Desde el alquiler de la clínica hasta los materiales y el personal, el costo real por hora en una ciudad promedio ronda los 50 euros.

Regalar este tiempo es regalar tu trabajo.

– Valor percibido: Lo que no cuesta, no se aprecia.

Muchos pacientes ven la primera visita gratuita como una simple promoción y, en la mayoría de los casos, no regresan.

– Rentabilidad: Atraer clientes en lugar de pacientes fieles solo desgasta tus recursos sin garantizar un retorno.

Transforma la primera visita en una experiencia de valor.

Si bien la primera impresión cuenta, lo que realmente importa es ofrecer algo que el paciente perciba como útil y que justifique plenamente lo que paga.

Aquí te mostramos cómo darles la vuelta a esos cinco minutos de promoción:

– Diagnóstico completo: Ofrece un examen detallado que incluya radiografías (como una ortopantomografía), evaluación periodontal y bucoscopias con cámara intraoral.

– Valor tangible: Entrega al paciente copias impresas de sus radiografías y video impresiones. Explica de forma clara el valor del equipamiento utilizado.

– Educación e información: Proporciona folletos y consejos profesionales. Un paciente informado valora más lo que recibe.

– Propuesta de fidelización: Cobrar un poco más por esta visita inicial (por ejemplo, un 50% más que las consultas regulares) y ofrecer descuentos progresivos a partir de la cuarta visita.

De esta manera, el paciente percibe ahorro a largo plazo.

Y ve como priorizas a los pacientes fieles y no a los nuevos.

Hablar de precios puede resultar incómodo para el profesional de la salud.

Por eso, el equipo auxiliar juega un papel fundamental.

La recepcionista o el gerente deben estar formados para comunicar el valor del servicio, gestionar la parte económica y convencer al paciente de que invertir en su salud bucodental es apostar por su bienestar y confianza.

La formación de tu personal en habilidades sociales y comerciales no es una opción: es una necesidad para garantizar que el paciente perciba tu clínica como un lugar donde se cuida de su salud y se valora su inversión.

El verdadero regalo es el valor que ofreces.

Dejar de regalar la primera visita no es una decisión mercantilista, es una apuesta por la calidad y el valor percibido.

Transformar esa consulta inicial en un diagnóstico completo, tangible y formativo no solo justifica el coste, sino que también sienta las bases de una relación de confianza con el paciente.

Recuerda, que un paciente satisfecho no solo regresa, sino que recomienda.

Que tengas un buen día,

Dentad.